Con el lema “La ciudad que queremos, el municipio que necesitamos”, durante este fin de semana han tenido lugar unas jornadas organizadas por la “Plataforma para un nuevo PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de Cartagena”.
Para el diseño y gestión de las mismas han contado con Facilitasana, asociación a la que pertenezco. Esto nos ha puesto muy contentas al poder poner al servicio de esta organización nuestros conocimientos y habilidades. Hemos sido dos compañeras y yo mismo las encargadas de realizar este trabajo.
El objetivo último del evento era, básicamente, obtener un documento en el que se plasmaran los criterios que marquen las líneas generales por las que les gustaría que se rigiese el nuevo PGOU que el Ayto de Cartagena tiene que realizar.
La plataforma lo que pretende es activar la participación ciudadana para que sean los propios vecinos los que propongan en qué tipo de ciudad quieren vivir en un futuro. Por este motivo se convocaron a diversos colectivos de la ciudad tanto de dentro como de fuera de la Plataforma.
Estábamos muy contentas por la confianza depositada en nosotras, pero al mismo tiempo, estos trabajos siempre suponen un reto.
Las jornadas las dividimos en dos sesiones, una de análisis de la situación actual del municipio, y la otra para establecer criterios y hacer propuestas pensando en la habitabilidad y condiciones que les gustaría tener a medio o largo plazo.
Usamos diversas «herramientas» de facilitación de grupos, pero básicamente construimos el diseño sobre dos de ellas las “peceras” y el “espacio abierto”.
Uno de los momentos más bonitos del proceso se dio al principio de la segunda jornada. Les pedimos a las participantes que imaginaran que estaban en la Cartagena de dentro de 30 años. Que hicieran un alarde y se situaran viviendo en la ciudad de sus sueños.
Fue increíble el buen ambiente que se generó cuando a sugerencia nuestra iban hablando de los temas que les proponíamos como si todos los asuntos ya estuvieran resueltos y se “vieran” viviendo en esa Cartagena futura.
Habíamos construido un sueño común, teníamos el análisis de la sesión anterior y ya sólo nos faltaba ver que “pasos” se necesitaban dar para alcanzarlo.
Desde ahí las ideas fluyeron a raudales y con un ambiente de colaboración y participación muy, muy hermoso.
El resultado de nuestro trabajo a lo largo de las jornadas ha sido muy satisfactorio. Al menos así podemos concluirlo tras el análisis de las encuestas de valoración que pasamos al final del evento. No nos cansamos de aprender y este feedback es muy importante para nosotras en ese sentido.
Tanto las organizadoras como las mismas participantes se han quedado con ganas de más, y eso que el trabajo aun no está terminado. Digamos que las tareas de campo si se han cerrado, pero ahora toca traspasar toda la información recogida al documento que teníamos marcado como objetivo.
Ojalá los ayuntamientos en general y el de Cartagena en particular apostaran de verdad por procesos de este tipo que ilusionen y empoderen a la ciudadanía como forma de construir una sociedad más participativa, respetuosa y democrática en las que las personas se sientan tenidas en cuenta.